Explicó que se trata de viviendas sin cronología ni fecha clasificables por su estilo, son las llamadas casas llanas de Cervantes (Rinconete y Cortadillo y La elección de los alcaldes de Daganzo). Comentó obras regionales sobre el tema, como Casa y aldea en Cantabria, de Eduardo Ruiz de la Riva, las notas sobre la vivienda rústica en la Edad Moderna de José Luis Casado Soto, o los estudios sobre la arquitectura popular de Alfonso de la Lastra Villa; así como las escasas referencias en Julio Caro Baroja a nuestra arquitectura regional. Diferenció los tejados tradicionales en Cantabria de los que tienen los caseríos vascos. Mostró estelas en las que se representaba la entrada por el hastial. Presentó la cubierta de parhilera, de tradición romana, existente en casas adosadas de Cantabria. Presentó diferentes tipos de viviendas medievales explicando los detalles que marcan su evolución, producto de la expansión del espacio ocupado. Mostró diferentes ejemplos que prueban su pervivencia en la región, señalando su localización y peculiaridades.
Siguió un coloquio sobre diversos aspectos relacionados con el tema, como la proximidad de las canteras, la escasez de ventanas, las soluciones a los problemas de aguas en las casas adosadas, el trasvase cultural, el vertido de aguas pluviales (las cabañas pasiegas vierten a los laterales —al estilo de los caseríos vascos— y las cántabras a las fachadas principal y trasera), las casas de los pobres, la Casa de los Tiros,…
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